El equipo técnico de la empresa Atics ha iniciado este lunes las tareas de exhumación en el cementerio de Bunyola (Mallorca) con el objetivo es localizar una fosa común donde fueron enterradas 15 víctimas de la represión franquista, de las cuales se tiene constancia documental.
Según ha informado este lunes en un comunicado la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización, la intervención está previsto que se alargue hasta el próximo 10 de septiembre.
Las tareas han comenzado este lunes en la 'Zona 1', un espacio ajardinado que ya ha sido acondicionado y nivelado estos últimos días con la colaboración de la brigada del Ayuntamiento de Bunyola. La excavación se lleva a cabo de manera manual por un equipo de cinco técnicos de la empresa.
Asimismo, se ha empezado a trabajar de forma paralela en la llamada 'Zona 2' para levantar las losas que tapan los vasos funerarios que podrían corresponder a los lugares de enterramiento de las víctimas que indican las causas judiciales.
Este comienzo en la intervención en Bunyola ha contado con la presencia de la consellera de Administraciones Públicas, Isabel Castro; la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, y el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs. También han asistido el alcalde de Bunyola, Andreu Bujosa; el secretario autonómico de Memoria Democrática y Buen Gobierno, Jesús Jurado, y el director general de Memoria Democrática, Marc Herrera.
El Proyecto de intervención en el cementerio de Bunyola propone realizar una serie de estudios en el subsuelo del cementerio a través de tres zonas de excavación que se han establecido. De acuerdo con la Conselleria, actualmente se desconoce con exactitud la ubicación de la fosa común, aunque hay indicios que la situarían en el lado sudeste, un lugar que ha sufrido grandes modificaciones.
Este plan de intervención ha sido elaborado en base a la ficha técnica realizada por el investigador Xavier Margais dentro del Mapa de Fosas comunes de Mallorca; el estudio de viabilidad del cementerio de Bunyola, realizado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi; la documentación recogida en el proyecto 'Todas las Causas', de la Asociación Memoria de Mallorca, y el trabajo de campo realizado por el equipo de arqueólogos de Atics.
Según la Conselleria, de acuerdo con las investigaciones de Margais, entre el 6 de agosto y el 28 de diciembre de 1936 llegaron al cementerio de Bunyola una quincena de cadáveres de hombres que habían sido asesinados por arma de fuego y abandonados en cunetas o carreteras, víctimas de la represión franquista.
Se trata de Joan Busquets Cañellas, Josep Cañellas Roser, Antoni Juan Massanet, Rafael Ferriol Grimalt, Pere Suau Riera, Onofre Arbona Jordà, Gabriel Servera Cardell, Guillem Pocoví Samsó y Joan Fiol Martí. Además, faltan por identificar seis víctimas, entre las cuales se podrían encontrar tres menorquines: los hermanos Bartomeu y Sebastià Carretero Gornés, y José Filomeno Pons Sintes.
La intervención en el cementerio de Bunyola forma parte del segundo Plan de Fosas del Govern, aprobado por la Comisión Técnica de desaparecidos y fosas, y que impulsa la Conselleria de Administraciones Públicas a través de la Secretaría Autonómica de Memoria Democrática y Buen Gobierno.
Ésta es la tercera actuación incluida dentro del Plan, después de las excavaciones llevadas a cabo en los cementerios de Sencelles y de Son Coletes, en Manacor.