La Policía Local de Calvià, a instancias del Govern balear, ha clausurado cautelarmente dos locales de ocio y restauración de Santa Ponça por incumplir reiteradamente diversas medidas de prevención de la COVID-19, según ha informado la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización.
Se trata de locales que ya habían sido inspeccionados y advertidos anteriormente. En las últimas semanas, la Policía Local de Calvià había levantado ya varias actas por estos incumplimientos.
Entre otros aspectos, se incumplían aforos, distanciamiento social, uso de la mascarilla; tenían clientes de pie y bailando en el interior del local; o vendían bebidas de tipo combinado de uso colectivo -con capacidad superior a un litro y varias pajitas de más de 30 cm en el interior-.
En la última inspección, realizada la noche del jueves 13 de agosto, se constataron los mismos incumplimientos y se advirtió a los propietarios de que un nuevo incumplimiento podría ser motivo de la adopción de medidas cautelares.
La noche de este viernes, ante la omisión de estas advertencias y la evidencia clara de riesgo de contagio entre personas, los inspectores levantaban una nueva acta de incumplimiento en la que se decretaba el cierre de estos locales.
Las sanciones previstas en Baleares por incumplimientos de este tipo pueden llegar a los 600.000 euros cuando se produzcan infracciones muy graves.
Los equipos integrados por inspectores de la Comunidad, los consells insulares y los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales) ya han llevado a cabo en el primer mes de funcionamiento un total de 337 inspecciones de las que se han derivado 201 actas.
Por islas, el primer mes de funcionamiento de los operativos ha dado como resultado 144 inspecciones efectuadas en Mallorca, de las que se han derivado 115 actas levantadas; en Menorca, 39 inspecciones y 28 actas; en Ibiza, 131 inspecciones y 42 actas, y en Formentera, 23 inspecciones y 16 posibles infracciones registradas.