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Pandemia de coronavirus

Aumentan las quejas por la saturación en los centros de salud de Mallorca

En el PAC de Santa Maria se trabaja con ventiladores porque el aire acondicionado lleva meses averiado. | Redacción Part Forana

| Palma |

La situación de saturación que se vive a diario en muchos centros de salud, ya sean unidades básicas (UBS) de los pueblos o bien en sus PACs de referencia, está provocando un aluvión de quejas tanto por parte del personal sanitario como de los usuarios. Los ayuntamientos de los municipios afectados son conscientes de esta situación derivada de la crisis sanitaria generada por la COVID-19, y lamentan que no pueden hacer otra cosa sino trasladar las quejas a la Conselleria de Salut.

Tras el cierre de diversos dispensarios para reorganizar la atención primaria, algunos han reabierto con un horario reducido, solo unos día a la semana y con atención telefónica excepto urgencias. Los pacientes se quejan de que el médico les diagnostique sin ni siquiera verlos.

Casi tres de cada cuatro municipios de Mallorca tienen casos activos de COVID-19

Horarios bajo mínimos

Es el caso de Santa Margalida, cuyo dispensario solo abre los jueves y viernes; el de Consell, abierto los lunes, miércoles y viernes; o el de Selva, que abre tres días a la semana, mientras que en sus núcleos de Moscari, Caimari y Biniamar, solo se atiende un día a la semana. El resto de días, los usuarios deben acudir a sus PAC's de referencia, pero solo con cita previa, algo difícil de conseguir porque las líneas telefónicas están colapsadas. En Alaró, el Ajuntament ha cedido dos líneas al dispensario ante las quejas de los vecinos porque no les podían responder, y ha proporcionado una mampara protectora para la recepción de pacientes.

Sin aire en Santa Maria

La saturación afecta también a su mantenimiento. En el PAC de Santa Maria, el personal y los usuarios denuncian que llevan tres meses con el aire acondicionado averiado. «Con el aumento de rebrotes, realizamos una media de 40 pruebas PCR al día, vestidos con EPIs de pies a cabeza, en unas salas que están a 35 grados, es insostenible; algunos se plantean dejar el trabajo por agotamiento físico y mental, falta personal porque no quieren pagarlo», lamentan.

El centro de salud de Santa Margalida, cerrado de lunes a miércoles.

Salut apunta la necesidad de garantizar un doble circuito

La Conselleria de Salut achaca la situación de los centros de salud a la necesidad de crear un sistema que permita separar los casos derivados de la COVID-19 del resto de pacientes.

«Hay que garantizar el doble circuito para garantizar la seguridad de los pacientes», explican.

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