El pasado miércoles sobre las ocho de la tarde en la zona de Monport Puig de S'Espart en el Port d'Andratx unas treinta cabras invadieron las calles y las casas. Los vecinos trataron de espantarlas mediante gritos y se crearon momentos de cierta confusión.
Las cabras provocaron algunos daños en las plantas de los jardines, que incluso intentaron comer y se dio el caso de que algunas saltaron los muros que delimitan un bloque de apartamentos. Algunos de los vecinos comentaron que quizá no puedan volver a salir del recinto, por lo que los dueños de las viviendas, cuando vuelvan para sus vacaciones, podrían encontrarse con algunas de ellas muertas.
Estos animales suelen llegar desde la zona de Cala d'Egos y bajan hacia la orilla del mar, hacia el faro y Cala Fonoll.
Problemas
La proliferación de estos animales en distintas zonas de la Isla ha sido motivo de muchos problemas. A raíz del confinamiento muchos núcleos urbanos se han visto afectados por este problema, ya que las cabras han ganado algo de terreno a los humanos.
Es el caso, por ejemplo de Cala Sant Vicenç (Pollença), donde se realizó hace unas semanas un descaste selectivo, previa autorización del Servei de Caça. Para ello se utilizó la técnica tradicional de caza con lazo.