El Ajuntament de Santa Margalida ha tomado la iniciativa para luchar contra las basuras que se acumulan en Son Serra de Marina los fines de semana desde que, a principios de junio, se instauró la recogida de residuos puerta a puerta y se eliminaron los contenedores de las calles de todo el núcleo turístico. A partir del lunes, un vigilante contratado por el Consistorio tomará nota de estos comportamientos incívicos e informará a la Policía Local para que tramite las correspondientes denuncias, que se traducirán en multas que van de los 30 a los 500 euros por dejar basura, aunque pueden alcanzar los 1.500 euros si lo que se abandona son materiales como escombros o electrodomésticos.
Visitantes y residentes
El problema de las basuras abandonadas en la vía pública se acentúa especialmente el fin de semana, cuando en Son Serra confluyen tanto los ocupantes de las viviendas usadas como segunda residencia o vacacionales, y visitantes procedentes de distintos puntos de la Isla que acuden a disfrutar de sus playas.
El Ajuntament ha instalado junto a la playa unos carteles en los que «invita» a los visitantes a llevarse a casa los residuos que generen. Sin embargo, desde el área de Medio Ambiente se presume que la gran mayoría de estos bañistas, al haberse suprimido los contenedores de las calles próximas a la playa, dejan las bolsas de basura junto al único contenedor de vidrio que se ha mantenido junto a los bares.
En estos primeros fines de semana de buen tiempo, con la mayor afluencia tanto de visitantes como de residentes, la Policía Local ya ha puesto las primeras multas y confían en que vayan en aumento con la entrada a escena del nuevo vigilante. «Hay pocas patrullas de Policía disponibles para los tres núcleos, Santa Margalida, Can Picafort y Son Serra, por eso un vigilante reforzará su labor con la recogida de pruebas y avisará a los agentes si es necesario que acudan», explica el técnico municipal de Medio Ambiente, Antoni Nadal.
Mal uso del punto verde
El Ajuntament no descarta que también residentes –sean propietarios o inquilinos– de las viviendas de Son Serra estén haciendo mal uso del sistema de recogida de basuras. De hecho, todos ellos tienen llave del área de aportación que actúa como pequeño punto verde de Son Serra para depositar sus residuos en caso de que no pudieran sacarlos a la calle en los horarios fijados por el servicio para cada fracción (papel, vidrio, envases, orgánica y rechazo). Sin embargo, algunos días se han encontrado con numerosas bolsas y objetos abandonados en la puerta del punto verde, sin depositarlos en sus respectivos contenedores. «No solo los vistantes, también los vecinos que incumplan se arriesgan a ser multados, y con mayor razón, porque ellos tienen llave para hacerlo bien», apunta Nadal.
Estos días, informadores ambientales continúan haciendo una labor didáctica puerta a puerta para mejorar la respuesta.
El alcalde, Joan Monjo: «Hemos reforzado la vigilancia y pondremos más multas»
El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, ha confirmado que un vigilante municipal comenzará el lunes a vigilar la playa con el fin de detectar a usuarios que dejen basura en la arena o alrededores. Cuando se decidió implantar el sistema de recogida puerta a puerta, en junio, con la consecuente retirada de contenedores de las calles, Monjo ya advirtió que no habría papeleras ni contenedores específicos para la playa de Son Serra de Marina, muy visitada cada fin de semana. «No consentiré que los margalidans tengan que pagar un servicio de limpieza de una playa que visita mucha gente de fuera». Su intención de instalar servicios de playa (un chiringuito) para que el concesionario se hiciera cargo de mantener la playa limpia, toparon con la oposición de la Conselleria de Medi Ambient.
Actualmente solo se ha dejado un contenedor de vidrio en la zona de bares, que también están obligados a disponer de papeleras para sus clientes. Asimismo el Ajuntament realiza una limpieza de la playa dos veces por año.