La Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización ha anunciado, este jueves, que los restos óseos hallados en el cementerio de Sencelles serán comparados con el ADN de los familiares.
El equipo de arqueólogos de ATICS, encargado de la segunda fase de búsqueda de las posibles fosas en el cementerio de Sencelles que impulsa el Govern, ha recuperado 3.500 fragmentos de huesos humanos que corresponden a un mínimo de 50 individuos de diferentes edades.
En una nota de prensa, la Conselleria de Administraciones Públicas y Modernización ha informado este jueves de que, entre estos fragmentos, hay algunos restos craneales que presentan defectos compatibles con lesiones producidas alrededor de la muerte del individuo.
Según los primeros análisis forenses, no se descarta la posibilidad de que estas lesiones hayan sido provocadas por el impacto de un proyectil de arma de fuego. Esta es la razón por la que el equipo de ATICS pone en marcha ahora la segunda fase de estudio que incluye la recogida de todos los datos genéticos de los familiares de las tres víctimas que se buscan en el cementerio de Sencelles para cruzarlas con los restos óseos localizados.
Los restos se han recuperado durante las tareas de excavación en la zona 1 oeste de la terraza inferior del cementerio de Sencelles, donde se ubica el cementerio civil primitivo, ya existente en el siglo XIX.
Así lo han comunicado el secretario autonómico de Memoria Democrática y Buen Gobierno, Jesús Jurado, y el director general de Memoria Democrática, Marc Herrera, a los miembros de la Comisión Técnica de Desaparecidos y Fosas, dónde ha intervenido el arqueólogo Cesc Busquets, responsable de ATICS.
El informe de valoración antropológico-forense, que ha analizado estos 3.500 fragmentos de óseos localizados en Sencelles, explica que todos estos restos corresponden a huesos o fragmentos óseos procedentes de un depósito de remoción y que se han encontrado sin ningún tipo de articulación o coherencia anatómica.
Son restos incompletos y presentan alteraciones importantes 'post mortem', debido a las modificaciones que han sufrido los enterramientos. Hay que recordar que en el cementerio de Sencelles, entre las décadas de 1950 y 1980 se llevaron a cabo diferentes remodelaciones que afectaron a los entierros realizados desde el siglo XIX. Por lo tanto, los restos se encuentran alterados.
Todos estos hechos, indica el informe, limitan la interpretación de las lesiones, por lo que se deben continuar estudiando las evidencias de estos casos que presentan lesiones 'perimortales' y se recomienda activar el protocolo de ADN de los restos y de los posibles familiares vivos.
En este sentido, Jurado ha explicado que el hallazgo de estos restos es «una gran noticia porque nos permite abrir una segunda fase en la investigación». Además, ha subrayado que permite seguir trabajando en una posible identificación de estos restos que «no sabemos quienes son».
A partir de ahora, el equipo de ATICS pone en marcha la segunda fase de estudio que incluye la recogida de ADN de los familiares de las tres víctimas que se buscan en la fosa de Sencelles --los dos 'montuïrers' Josep Miralles Garau (31 años) y Josep Serra Joan (56 años), y Pilar Sánchez Llabrés (33 años), vecina de Palma-- así como la elaboración de su árbol genealógico y la recogida de los datos físicos de cada víctima.
Una vez recogido, este material genético será analizado en los laboratorios de la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra, donde el ADN de los familiares se cruzará con los resultados de ADN de los restos óseos localizados.
El Govern ha expresado que está previsto que en los próximos días se pueda dar por concluida la excavación de la zona oeste del cementerio de Sencelles. Entonces los arqueólogos procederán a realizar sondeos en otras zonas donde el georradar había detectado alteraciones, antes de dar por concluida esta segunda fase.