El rector de la parroquia de Els Dolors de Manacor bendijo los restos y dijo unas oraciones. Este fue el inicio para que los operarios del cementerio municipal pudieran trasladar los más de 200 restos mortales de vecinos de la localidad al osario. Estaban hacinados de manera alegal en tres pequeños almacenes del campo santo desde los años 80.
Ahora, tras unos días de trabajo, los restos ya reposan en el osario común del cementerio de Son Coletes. Así lo dio a conocer a los medios de comunicación el regidor de Cementiri, Carles Grimalt, en una visita a las instalaciones. «Estos habitáculos ahora vuelven a tener la función que no deberían haber abandonado nunca. Son almacenes para guardar herramientas». «Durante este confinamiento, con los equipos de seguridad necesarios y en unos días de poco sol, los operarios del cementerio procedieron a la extracción de las cajas y restos funerarios para su correcto procesamiento». «Era un tema de dignidad. No podíamos abrir la puerta ver todo aquello y volverla a cerrar» señaló Grimalt.
En la visita, el regidor también señaló la necesidad de reformar las viejas capillas laterales del cementerio y las dos alas del nuevo (construido hace 30 años). En este segundo caso se prevé destinar dos partidas de 81.300 euros para su reforma a lo largo de este año y el próximo. Para las capillas viejas se solicitará la ayuda económica del Consell.