La cofradía de pescadores del Port de Pollença ultima los trámites ante la Conselleria de Salut para abrir su primer puesto de venta directa de pescado en el Moll. Calculan que estará operativo en un plazo máximo de diez días y que servirá para diseminar la venta (ahora concentrada en la lonja de Palma) evitando que esta se sature de nuevo si no es capaz de absorber todo el pescado que se captura en Mallorca, una vez que la federación acordó, el pasado lunes, acabar con el sistema de turnos alternos para salir a faenar.
Cabe recordar que con la declaración del estado de alarma y los bares, restaurantes y hoteles cerrados a cal y canto en la fase 0, el mercado se saturó y la lonja de Palma no podía dar salida al género que se pescaba a diario. Así, los pescadores de Mallorca acordaron salir a faenar por turnos en días alternos, por lo que sus barcas han permanecido amarradas buena parte del confinamiento. Desde el lunes (con las terrazas de los bares y restaurantes ya abiertas y también los primeros hoteles) los pescadores de Pollença vuelven a salir a faenar cada día, si el tiempo lo permite.
Joan Suau, presidente de la cofradía local, explica que están pasando por momentos «muy complicados». «Esperemos que el mercado pueda asumir toda la pesca al pasar a la fase 2», añade.
Una vez disponga de la autorización municipal, los pescadores establecerán los días y horarios de venta directa al público. «Se había planteado otras veces crear un punto de venta, pero somos una cofradía pequeña con solo 12 barcos de artes menores y no se había llegado a hacer», explica el presidente de los pescadores del Port de Pollença.