Sóller vive sus fiestas de Mayo más inéditas a causa de la pandemia del coronavirus. La ilusión nunca falta y aunque este año no hay desembarco de corsarios, dos aficionados al parapente han exhibido en su vuelo sobre el Port de Sóller grandes banderas sarracena y cristiana.
Este sábado era el día de l'Ofrena a la Mare de Déu de la Victòria que cada año congrega a centenares de personas en Sóller, muchas de ellas vestidas de época, y que desfilan por el centro de la ciudad. Pero la Plaça de la Constitució estaba vacía y silenciosa. Pese a todo, el rector Eugeni Rodríguez hizo su plegaria en el interior de la parroquia de Sant Bartomeu.
Personal municipal y Policía Local colaboran para materializar estas actividades. El domingo también se prevé en la parroquia de Sant Bartomeu celebrar el Ofici de la Fira.