La caza de la tórtola tiene los días contados. La actividad cinegética para capturar esta especie quedará limitada únicamente a cuatro días al año con el objetivo de preservar el ave migratoria.
La dirección insular de Cooperació Local y Caça del Consell presentará esta propuesta específica mañana jueves durante la reunión del Consell de Caça después de haber consesuado la proposición con los diferentes miembros del consejo. De momento, se mantendrán el número de capturas que desde el año pasado están limitadas a 3 ejemplares por cazador y día. La novedad es que solo se permitirá esta actividad durante cuatro dosmingos: 23 y 30 de agosto; 6 y 13 de septiembre. Además, la caza se limitará solo hasta las doce del mediodía, eliminando así la posibilidad de salir a cazar por las tardes.
«Con esta medida reduciremos todavía más la presión cenegética sobre la tórtola» explicaba ayer el director insular de Caça, Jaume Tomàs, quien asegura que lo que pretende su departamento es buscar un equilibrio entre la preservación de la especie y la actividad de los cazadores.
Estas medidas también estarán ligadas a la gestión de los vedados en cuestiones como incentivar que los cazadores mantengan los puntos de abastecimiento de agua para las aves hasta finales de septiembre y principios de octubre.
Esta no es la primera restricción que ha tomado el Consell referente a la caza de la tórtora. En 2017 la institución insular ya aplicó una reducción de un 50 % de sus capturas pasando de 6 a 3 el número de ejemplares permitidos para capturar en un día. Según los datos del Servei de Caça en 2017 se cazaron en la Isla 18.000 tórtolas, una cifra que el año pasado se redujo a 10.200 ejemplares después de las restricciones. Para conocer de manera más detenida la situación de la tórtola durante los meses que recala en la Isla, el Servei de Caça también trabaja con el GOB para realizar censos poblacionales «y así conocer mejor su presencia, así como la evolución de la misma» añade Tomàs.