La Policía Local de sa Pobla ha denunciado al vecino de la localidad que el pasado sábado por la tarde colgó, en la céntrica calle Marina, dos grandes banderas franquistas, unos hechos tipificados en la Llei de Memòria Històrica.
La voz de alarma la dieron los propios vecinos del municipio que denunciaron, a través de las redes sociales, que se habían colgado la bandera de española con el águila de San Juan (símbolo franquista) y la bandera de la Falange de parte a parte de la calle. Los agentes se personaron en seguida en la casa del autor de los hechos y le obligaron a retirar las enseñas de la vía pública.
Según se contempla en la Llei de Memòria i Reconeixements Democràtics de les Illes Balears, que se aprobó en el año 2018, queda prohibida cualquier manifestación que suponga un reconocimiento del franquismo o una exaltación de la sublevación militar y se contemplan sanciones que oscilan entre 200 y los 150.000 euros. En el artículo 25 de dicha ley se recoge que «cuando los elementos contrarios a la Memòria Democràtica estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio público, las personas propietarias serán las responsables de retirarlos o eliminarlos». En el caso de las banderas de sa Pobla, el vecino las retiró de manera inmediata tras la visita de la Policía Local.
Aún así, los agentes denunciaron los hechos por lo que el autor se enfronta a una posible sanción que puede oscilar entre los 200 y los 150.000 euros dependiendo de la gravedad. En la ley se contempla que incumplir la prohibición de exhibir públicamente escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones de enaltecimiento individual o colectivo del Franquismo está tipificado como un delito grave y las sanciones, en este caso, van desde los 2.001 a los 10.000 euros. En cualquier caso, corresponderá a la Direcció General de Memòria Democràtica de la Conselleria d'Administracions Públiques abrir el expediente administrativo.
Rechazo total
En el Ajuntament de sa Pobla tampoco gustó la exhibición de las banderas franquistas de grandes dimensiones en plena calle Marina, ubicada a pocos metros de la plaza Major. De hecho, el alcalde, Llorenç Gelabert, lamentó los hechos y aseguró que «condenamos de forma tajante y enérgicamente la exhibición de estos elementos en la vía pública».