El Ajuntament de Manacor pagará 924.733 euros para dar cumplimiento a una sentencia judicial y expropiar una nueva zona verde del municipio en la zona de Son Fangos, cuyo expediente se inició en el año 2007. De hecho, en el último pleno municipal se aprobó incorporar 257.931 euros, provenientes del remanente del año pasado, a la partida ya prevista de 666.803 euros.
La regidora d'Urbanisme, Núria Hinojosa, explicó que, una vez finalizado este expediente, aún quedan otros dos pendientes de la resolución del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJIB). Uno se encuentra en la zona de ses Tapereres y su proceso se inició en el año 2012. «Aunque la propiedad pedía 2.070.000 euros, el Ajuntament llevó el caso al jurado provincial de expropiación estimó, el 21 de mayo de 2019, que la tierra tenía un valor de 32.500 euros. Los propietarios interpusieron un recurso de reposición, pero el justiprecio se validó y presentaron un contencioso en el TSJIB. Ahora estamos pendientes de la sentencia, pero si alguna de las dos partes no está conforme con la sentencia, aún se puede recurrir al Supremo», según explicó la edil.
Una situación parecida se vive con otra zona verde que se encuentra en la zona de Son Fangos. En el año 2003 se inició el expediente, aunque no fue hasta 2016 cuando los propietarios reclamaron 16 millones de euros. El jurado provincial de expropiación resolvió el año pasado que la tasación de estas tierras era de 43.621 euros y se ha interpuesto un recurso en el TSJIB.
La edil Hinojosa indicó que estas son las dos últimas resoluciones pendientes «porque la aprobación del Pla General d'Ordenació Urbana (PGOU) de Manacor pone fin a posibles nuevas reclamaciones de expropiaciones». La responsable de Urbanisme recordó que el PGOU vincula las zonas verdes a nuevos urbanizables y destacó que «el documento ha reducido el techo poblacional hasta los 74.000 habitantes por lo que también se han reducido las nuevas zonas verdes». La reclamación que han hecho durante años los propietarios de los terrenos afectados por zonas verdes son resultado de las Normas Subsidiarias de los años 80, que preveían un techo de población mucho más elevado y, por tanto, nuevas zonas urbanizables que debían disponer de su zona verde, según marca la ley.
«Con el PGOU pondremos fin a la pesadilla de las zonas verdes de Manacor», apuntó Núria Hinojosa, que añadió que «solo hay una zona verde que es la de la plaza Madrid que no se ha vinculado al documento que regirá el urbanismo en la ciudad y que sabemos que se tendrá que comprar, aunque no se prevén problemas».
Durante los últimos años el Ajuntament de Manacor llegó a pagar cifras desorbitadas por algunas zonas ubicadas en rústico donde se limitaba su desarrollo urbanístico por las Normas Subsidiarias de los años 80. Ahora, el juzgado valida las tasaciones que realiza el jurado provincial y rebaja la cuantía a pagar por parte del Ajuntament.