La crisis del coronavirus también toca de lleno a los pescadores de Mallorca que se han visto obligados a reducir el esfuerzo pesquero a la mitad. La disminución del consumo está afectando directamente a las ventas que han bajado de manera considerable desde el pasado viernes cuando hubo un 15 % menos de demanda en la lonja.
Ante esta situación, la Organización de Productores Pesqueros de Mallorca emitió un comunicado a todos los pescadores profesionales en el que obliga a las embarcaciones a alternar sus días de trabajo. Hasta el próximo 31 de marzo solo saldrán a faenar las embarcaciones de cinco puertos de Mallorca, mientras que los otros cinco puertos trabajarán al día siguiente.
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El objetivo, señalan los profesionales consultados, es evitar el desplome de precios y también la acumulación de producto en la lonja que después no pueda venderse. Con esta medida, las flotas de Cala Rajada, Porto Cristo, Palma, Sóller y la Colònia de Sant Jordi saldrán a la mar los días 20, 24, 26, 29 y 30 de marzo. Mientras que el resto de días saldrán las embarcaciones que pertenecen a los puertos de Andratx, Porto Colom, Santanyí, Alcúdia y Pollença.
Destacan que con esta distribución de cinco puertos cada día se garantiza que siempre haya barcas de bou que faenen. Cabe señalar que en Mallorca hay 163 embarcaciones entre barcas de arrastre, de artes menores, así como de palangre y cerco.
Ante esta situación, la Conselleria de Agricultura i Pesca pidió este jueves al Ministerio disponer de fondos extraordinarios para poder mantener la actividad pesquera habitual en el archipiélago. De la Concha confirmó que la demanda de pescado fresco se ha reducido estos días y los profesionales pierden dinero «cada vez que salen al mar». Por ello, también reclaman la importancia del consumo de producto local, tanto del sector pesquero como agrícola y ganadero.
Por su parte, desde la Federación Balear de Confraries de Pescadors, su gerente Antoni Garau, recordó que los pescadores continúan trabajando «tomando siempre las precauciones sanitarias necesarias» y que esta medida de reducción del esfuerzo pesquero ha permitido, al menos, que la oferta se ajuste a la demanda real. «Mientras el sector intermediario compre, nosotros continuaremos trabajando», recalca.
Pese a ello, en el mercado es evidente que los precios han caído y en especial las especies más cotizadas.