Las localidades mallorquinas de Alcúdia y Pollença se han incorporado este viernes a la asociación «Los pueblos más bonitos de España», una red conformada por 94 municipios ligados por un atractivo turístico basado en combinar calidad y embellecimiento patrimonial con un turismo sostenible.
Los municipios del norte de Mallorca son dos de los quince que se han incorporado este viernes a la marca, en un acto organizado por Turespaña en Fitur, donde la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que los pueblos «son una de las maravillas» con las que cuenta el país.
Ribera ha destacado la riqueza que une a los 94 pueblos que forman la asociación y que cumplen «unos criterios exigentes, inteligentes y comprometidos, reconociendo el pasado, la naturaleza, la cultura, el entorno y la aportación de los tararabuelos y abuelos».
La vicepresidenta ha descrito la marca de turismo rural «Los pueblos más bonitos de España» como una iniciativa «inteligente y pionera» que permite fijar población y convertir los pueblos que forman parte de ella en referentes para otros.
El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, ha asegurado que la inclusión en esta asociación «es un reconocimiento importantísimo». «Nos da una promoción en un contexto que no es el de sol y playa por el que normalmente se nos conoce, sino cultural y patrimonial», ha destacado.
El primer edil ha valorado que Pollença, junto a Alcúdia, haya logrado entrar en esta red a la que ya pertenecía Fornalutx, por ser tres pueblos que comparten unas características y que quieren resaltar «ese turismo alternativo y de calidad».
«Nos implica también mucho trabajo para mejorar el municipio y el centro histórico y para apostar por la sostenibilidad del pueblo, en una simbiosis que ha de hacer que esta distinción sirva para mejorar día a día», ha asegurado el alcalde.
La alcaldesa de Alcúdia, Bàrbara Rebassa, considera «muy interesante» la incorporación del municipio a esta red, para poder dar impulso al turismo cultural, patrimonial y ecológico y «dar visibilidad a Alcúdia a la vez que potenciar otros segmentos del turismo».
Para ingresar en esta asociación creada hace una década, los pueblos deben ser de menos de 15.000 habitantes, tener un patrimonio arquitectónico o natural certificado y cumplir varios requisitos de calidad. Serán incluidos en una guía y formarán parte de iniciativas de conservación del patrimonio y el medio ambiente como el programa «Pueblos sin plástico», ha explicado su presidente, Francisco Mestre.
«Nuestros esfuerzos se centrarán en consolidar un producto de calidad único, hecho a fuego lento, con mucha paciencia y que está dando unos resultados increíbles a los municipios, buscando la excelencia turística y con controles exhaustivos de los parámetros de calidad y combinándolo con pueblos con vida, donde los vecinos sean la propiedad y donde mantengamos la esencia de nuestras costumbres más ancestrales», ha añadido.
En la presentación de los quince nuevos pueblos bonitos, Alcúdia ha sido descrito como «una puerta abierta al Mediterráneo», bastión estratégico para fenicios, griegos y romanos, y ciudad vibrante.
De Pollença han destacado su mar y sus calas, así como su «historia viva» y la riqueza de sus rincones de artesanos y restauradores.