La creación de una nueva área vigilada de aportación de residuos en el solar de Ses Deveres de Caimari, donde está prevista la construcción de la nueva escuela, trae de cabeza al Ajuntament.
Con la comunidad educativa en pie de guerra (tras años reividicando la construcción de un colegio que no llega), el nuevo equipo de gobierno liderado por el ‘popular' Joan Rotger se la ha jugado al trasladar a este enclave lo que Arrelam (en la oposición) define como un «Parc Verd ilegal». Lo que no dice Arrelam es que no se trata de un nuevo Parc Verd. Es el mismo que cuando ellos gobernaban instalaron en una finca privada en Selva, sin tener firmado contrato alguno entre la propiedad y el Ajuntament (dicen que no podían firmarlo en funciones) y sin tramitar el interés general. La finca en cuestión la tiene arrendada el padre del actual portavoz de Arrelam, Biel Morro, según denuncia Joan Rotger y reconoce el propio Morro.
Ambos dejan claro que el Ajuntament no ha pagado ni un euro por ocupar los terrenos aunque sí que invirtió más de 4.000 euros en hacer un cerramiento similar al que ha hecho ahora en Ses Deveres. El alcalde asegura que el «Área vigilada de aportación de residuos» de Caimari «no interferirá» con las obras de construcción del nuevo colegio. «Las obras de dotación de servicios se ejecutarán previsiblemente este trimestre pero la primera piedra de la escuela no se construirá hasta final de año», dice. El alcalde pedirá el interés general para crear un Parc Verd legal junto al cementerio antes de esa fecha. Arrelam denuncia su «impacto».
Cierran las instalaciones
El nuevo equipo de gobierno de Selva (PP) optó por cerrar el Parc Verd creado en una finca privada la legislatura pasada «a raíz de las denuncias vecinales», dice el alcalde Rotger.
Asegura que «no solo funcionaba sin contrato sino que como cerraba los fines de semana se acumulaban 2 y 3 metros de altura de bolsas de basura». Antes los contenedores estaban en el acceso a Selva pero fueron retirados para construir una rotonda no exenta de polémica.