La continuidad de las obras del Defensora están en la «cuerda floja» debido al incumplimiento de los plazos de ejecución y a que se perderá el dinero que había presupuestado para la reforma. Así de contundente se mostró el alcalde de Sóller, Carlos Simarro, quien explicó que el problema es una «herencia de la mala gestión del pacto de izquierdas» que fue incapaz de hacer cumplir los plazos de la primera fase de la reforma y de adjudicar la segunda.
«Hay dinero para pagar todo lo que se ha hecho hasta ahora, pero corremos un grave peligro de perder las ayudas comprometidas para el año que viene» debido a que no se han respetado los plazos.
Cabe recordar que la primera fase de estas obras tenía que estar terminada el pasado mes de junio, que fue cuando cambió el color político del Ayuntamiento, y a día de hoy sólo está ejecutada en un 60 por ciento.
Así las cosas, si no se encuentra una solución rápida y dentro de este año, el equipo de gobierno podría verse forzado a detener la reforma abonando únicamente lo que ya se ha hecho.
La primera fase de esta reforma del teatro estaba financiada con las inversiones sostenibles de 2017 y se tenía que ejecutar y pagar dentro del 2018 y 2019, pero a estas alturas las obras todavía están muy lejos de estar terminadas.
Este es uno de los motivos por los que no se ha podido iniciar la segunda fase. El otro es que cuando se convocó el concurso de reforma no se presentó ningún contratista y se declaró desierto.