El paso continuo de camiones de gran tonelaje es la causa más probable de que este lunes se derrumbara parte de la carretera que discurre entre Sóller y Fornalutx dejando un montón de escombros en el interior del torrente, según explicaron fuentes municipales tras visitar el lugar del desprendimiento y evaluar los daños con técnicos del Consell de Mallorca, entidad a la que pertenece esta carretera urbana.
Se da la circunstancia de que hace unos meses se iniciaron unas obras de gran envergadura en las afueras de Fornalutx y el único acceso posible para los camiones de hormigón y de transporte de materiales es esta carretera que discurre paralela al torrente y que tiene un tonelaje limitado por el Consell, aunque esta disposición no se ha cumplido desde que empezaron las citadas obras y han pasado por la vía vehículos con un peso superior al permitido.
Así las cosas, todo apunta a que el tráfico de gran envergadura, sumado a las intensas lluvias y a un árbol que está en el interior de la canalización de agua y que en los últimos años ha crecido mucho, son las causas de que las gravas del interior del marge que sostiene la carretera se hayan drenado y ocasionado el derrumbe del muro que sostiene la carretera.
Al lugar se desplazaron los ediles del equipo de Gobierno Juan Ruiz y Carlos Darder, además de técnicos del Consell de Mallorca para evaluar los daños ocasionados y las obras que deberán realizarse para restituir el muro a su situación inicial.
Por decisión de los técnicos, el derrumbe ha ocasionado el cierre total de esta carretera en el tramo que discurre junto al torrente, por lo que la Policía Local diseñó un dispositivo según el cual para acceder a Fornalutx se deberá utilizar la carretera del Puig Major en el sentido de bajada, aunque se mantiene la posibilidad de subir a la localidad por el camino de Biniaraix.
Los técnicos del Consell de Mallorca que evaluaron la situación calcularon que las obras de reconstrucción durarán un mes.