Un centenar de personas han participado este martes a las puertas de los Juzgados de Inca en un homenaje al abogado Antoni Albertí Caimari, fallecido este sábado a los 71 años tras sufrir un infarto.
El letrado, uno de los penalistas mejor considerados de la Isla, era una persona muy querida y su fallecimiento ha creado gran consternación entre sus compañeros de profesión, que este martes se han reunido para rendirle tributo y dedicar un minuto de silencio en su memoria. El también abogado y amigo de Antoni Albertí Diego Wencelblat ha dedicado unas palabras al inicio de la concentración: «Todos conocíamos cómo era Toni, una persona sencilla, extrovertida y sin ambiciones personales, materiales y profesionales».
Wencelblat ha asegurado que Toni era una persona que se volcaba en ayudar a los demás, «también a aquellos que empezaban en la profesión». También ha destacado su sentido del humor, su coquetería y su educación exquisita, fina y culta».
El acto ha finalizado con una suelta de palomas y sonoro aplauso.