El Ajuntament tiene hasta día 20 de noviembre para desalojar la parte del aparcamiento municipal de la calle Major que fue construido la legislatura pasada ocupando una parte de suelo rústico.
Tal y como hizo con el aparcamiento municipal de la calle Creus, la Agencia de Defensa del Territorio ha dictado una orden de paralización que afecta al aparcamiento de la calle Major.
La alcaldesa, Rosa Maria Bestard (PSOE), informó el miércoles al pleno de la situación a la vez que aseguró (en respuesta a las preguntas del PP, en la oposición) que la obra, adjudicada inicialmente por unos 90.000 euros arrastra ya un sobrecoste de 123.000, que aún se podría incrementar si el Ajuntament se ve obligado a redistribuir el espacio para que el acceso a la parte final no se realice por la rampa actual que está en la zona rústica.
Bestard explicó en el pleno que ha llegado a un acuerdo con el Consell para no desalojar el aparcamiento de forma inmediata. «Nos han dado de margen hasta día 20 para poder delimitar y vallar toda la zona rústica, lo que supone perder siete plazas. Ahora estudiamos si se podrá seguir usando o no la rampa de acceso porque si no se puede perderemos muchas más plazas».
Si tras la primera orden de paralización en el párking municipal de la calle Creus el Ajuntament, gobernado entonces por Més, recurrió a los tribunales, ahora el Ajuntament ha negociado para retrasar el desalojo solo hasta día 20.
Més (ahora en la oposición) critica la decisión del nuevo equipo de gobierno y, aunque reconoce que se generaron muchos gastos extras por obras de emergencia, pone en duda las cifras globales que ha facilitado la alcaldesa.
La exalcaldesa Magdalena Solivelles (Més) critica que el Consell aún no haya aprobado la modificación de la normativa que legalizaría la instalación. «La tienen desde febrero», dice.
Según la alcaldesa Rosa Bestard, antes de la aprobación en el Consell, deben resolverse algunas «deficiencias».