Los afectados por el cierre de las marinas secas situadas en los aledaños de la carretera del Port d'Andratx han convocado, para el próximo viernes, una concentración con camiones, excavadoras, remolques con embarcaciones y demás maquinaria frente a la sede del Ajuntament.
La Asociación de Afectados en Suelo Rústico de Mallorca ha pedido una reunión el próximo viernes con miembros del equipo de gobierno liderado por la alcaldesa Katia Rouarch (PI) para exigir que el Consistorio presione ante el Consell de Mallorca para que el pleno de la institución insular apruebe esta legislatura el interés general que, para las actividades de mantenimiento y almacenamiento de embarcaciones de recreo, prevé el nuevo Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT).
Asimismo, hasta que se apruebe el mencionado interés general, los afectados por el cierre de las marinas secas solicitan la adopción de una medida cautelar que les permita seguir adelante con una actividad económica cuya clausura –entre empresarios, trabajadores y clientes– afecta a unos 300 residentes del municipio, sostienen los convocantes de la concentración.
En el transcurso del encuentro con los dirigentes políticos del Ajuntament d'Andratx, los representantes de la Asociación de Afectados en Suelo Rústico de Mallorca, también instarán al equipo de gobierno a que adapte a las nuevas Normas Subsidiarias (NNSS) del municipio los polígonos de uso terciario, en cuyas parcelas se desarrolla una actividad de almacenamiento de desmontes, material de construcción y estacionamiento de maquinaria, y que, como la que se despliega en las marinas secas, también ha sido clausurada.
Durante la pasada legislatura, el Consistorio se vio obligado a decretar el cierre de las marinas secas (una decisión ratificada recientemente por los tribunales) por su actividad sobre suelo rústico. Sin embargo, consciente del importante impacto económico y laboral que estas instalaciones tienen sobre Andratx, el anterior teniente de alcalde de Urbanismo, Jaume Porsell (PP), reclamó al Consell una regulación menos restrictiva en relación al emplazamiento de los mencionado depósitos de mantenimiento e hibernación de lanchas, yates y veleros.
En las alegaciones entonces presentadas a la redacción del PIAT, Porsell también reclamó que se sometiera a reconsideración la obligación de situar las marinas secas a una distancia máxima de tres kilómetros de la zona portuaria del Port d'Andratx.
Una medida, a juicio del ex edil de Urbanisme, demasiado restrictiva para el municipio, teniendo en cuenta la configuración de su territorio, en lo que se refiere a su orografía y calificación del suelo.