No som un poble, som una família. Hoy se cumple un año de la tragedia que cambió el Llevant. El dolor está presente en la memoria de todos: las trece vidas sesgadas, las pérdidas materiales, los daños psicológicos... Pero entre tanta tristeza está la cara ‘amable' del drama, aquellas historias emotivas de gente que arriesgó sus vidas para salvar la de otros, que dejó lo que estaba haciendo para ayudar en las labores de la limpieza, que abrió sus casas o que donó sus abrigos... La solidaridad fue la mejor lección.
Una solidaridad que estuvo representada por miles de personas anónimas que llegaron de toda Mallorca y por los cuerpos de Protección Civil, Guardia Civil, militares, bomberos, policías locales, cuerpos de emergencias, Cruz Roja, ONG, entidades sin ánimo de lucro, entre muchas otras, que ayudaron a los vecinos a volver a empezar.
Un año después de la tragedia, Ultima Hora reunió a un grupo de representantes que recuerdan a la perfección las tareas de rescate de las personas o las labores de ayuda a los vecinos que llevaron a cabo durante los días después de la fatídica torrentada.
El bombero Guillem Mas, que acudió el lunes a Sant Llorenç junto a sus compañeros Biel Marimón y el sargento Pep Cerdá, además del perro de búsqueda Llop, recordó que le llamaron de la central a las cinco de la madrugada del 10 de octubre. «Movilizamos a toda nuestra unidad canina y nos centramos en la búsqueda de los desaparecidos», según explica Mas, que añade que «las condiciones eran terribles».
Por parte de la Guardia Civil, el comandante Vicente Moltó recueda los problemas que tuvieron para acceder a las zonas afectadas: «Las carreteras estaban cortadas, había saturación de teléfonos y no había luz. La situación era muy delicada e hicimos todo lo que pudimos».
También asistió al acto convocado por este periódico una representación del colectivo Granots i Sopes que desde el primer momento vendieron material para recaudar fondos para los damnificados. La demanda de camisetas fue tan grande que, en algunos momentos, se vieron desbordados. Mención a parte merece también la solidaridad de los voluntarios del Espai 36. Caterina Juan e Inocencia Terrón explican que estuvieron trabajando como voluntarias hasta el pasado febrero. «Hemos repartido lo que se necesitaba durante cinco meses, primero en Sant Llorenç y luego en Manacor». Su tarea desinteresada, como la de tantos otros, fue reconocida el diploma de honor por su solidaridad.
El regimiento de infantería de Palma 47 así como la sección de zapadores de la Comandancia general también acudieron a Sant Llorenç, Son Carrió y Artà hace un año. La representación de las agrupaciones de Protección Civil fue la más numerosa al acto que organizó este periódico. Hasta la plaza del Ajuntament llegaron miembros de las agrupaciones de Manacor, Montuïri, Lloseta, Porreres, Calvià, Escorca, Sóller, Capdepera, Alcúdia, Campos, Felanitx, Marratxí, Vilafranca, Santa Maria, Algaida, Sant Llorenç y Palma.
Algunos de ellos ya se movilizaron la misma noche del 9 de octubre y no pararon hasta semanas después. Junto a ellos también estuvieron las policías locales de diferentes municipios. Entre todos devolvieron la normalidad a Sant Llorenç.
Actos conmemorativos
Diversos actos conmemorativos se llevarán a cabo durante este miércoles en las localidades del Llevant. A las 12 horas, el Ajuntament d'Artà hará un minuto de silencio. Un poco más tarde, el Ajuntament de Sant Llorenç, a las 13 horas, en pleno realizará un acto institucional. En Son Carrió se celebrará una misa a las 19 horas. Sobre las 19.30 horas en la Plaça del Ajuntament de Sant Llorenç se presentará el proyecto del nuevo mural que se instalará en recuerdo de las 13 víctimas. A continuación se celebrará una misa.