El buen tiempo auguraba un buen día de feria. Cientos de personas han disfrutado este domingo de la XV edición de la Fira Dolça d'Esporles, donde la gastronomía local y foránea, la música y los talleres para todos los públicos han sido los grandes protagonistas.
Las calles del municipio se han llenado de puestos y tenderetes donde artesanos y mercaderes han expuesto sus productos. En el programa, que incluía novedades, destacaban las degustaciones, actuaciones musicales, demostraciones, un encuentro de brodadores, diferentes talleres o una ballada popular. El grueso del programa ha tenido lugar en la Placeta des Jardinet.
Con todos los aparcamientos hasta los topes, a las 12 del mediodía había colas kilométricas para acceder al pueblo.