El Ajuntament de sa Pobla estudia la eliminación del Piromusical, que se celebra desde hace 22 años la noche de la ‘revetla' de Sant Antoni, para posponerlo al día del santo, el 17 de enero.
Esta propuesta tiene su origen en la reunión que el jueves mantuvieron los representantes de todas las entidades relacionadas con la fiesta de Sant Antoni y el equipo de gobierno. En un anterior encuentro que sirvió de toma de contacto ya se planteó la necesidad de reconducir la fiesta, pero fue el jueves cuando se acordó por unanimidad que uno de los primeros pasos que se tenían que dar para que la revetla volviera a ser como antaño era la retirada del Piromusical de la programación nocturna del 16 de enero.
El próximo lunes se celebrará otra reunión política para redactar un escrito con las propuestas de cambio. A finales de mes volverán a encontrarse entidades y gobernantes para definir cuál será la estructura de la revetla y de la festividad de Sant Antoni a partir de 2021. Las modificaciones se trasladarán después a los técnicos municipales.
El alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert, manifestó que «las reuniones con todas las fuerzas vivas de la fiesta de Sant Antoni han servido para poner encima de la mesa el hecho de que es una celebración que corre el peligro de perder su esencia y que hay algo que falla. No puede ser que la plaza Major quede desangelada después del Piromusical y los cantadors no se encuentren a gusto. A partir de 2021 queremos que el público vuelva a cenar en la plaza como se hacía antes y que disfrute de los foguerons, las ximbombes y las gloses». El dinamizador cultural e impulsor santantonier, Antoni Torrens, asistió a la reunión y también opina que «el Piromusical ha falseado la fiesta y este cambio podría servir para retornar a lo que era antes. Con eso no quiero decir que el espectáculo pirotécnico no se tenga que celebrar, de hecho me gusta, pero lleva más de veinte años partiendo la Nit Bruixa».
Peligró en 2015
La delicada situación económica del Ajuntament en 2015 obligó a reducir los costes y las empresas privadas financiaron el espectáculo. Al ser una fiesta declarada de interés cultural no se podía eliminar el piromusical por estar incluido en el expediente de protección.