Jordi Cerdó, presidente de la Federación de Estancias Turísticas Vacacionales de Mallorca ha aparecido en los medios estos últimos meses por acompañar y aconsejar a aquellas familias de turistas que son objeto de estafas relacionadas con su sector y que se han producido en diversas localidades de la Part Forana.
¿El problema de las estafas es muy frecuente?
—En primer lugar tengo que decir que las estafas que hemos ido denunciando en los medios de comunicación solamente son la punta del iceberg de un asunto mucho más serio. Hay familias que saben que acaban de ser estafadas y que prefieren no denunciar por miedo a ser ridiculizadas. Hace poco unos turistas alquilaron una casa turística vacacional para diez personas y se encontraron con un lugar insalubre. Desde la federación les aconsejamos un hotel donde pasar sus vacaciones.
¿Qué soluciones proponen desde la federación?
—Hay que dejar muy claro que el origen de las estafas se encuentra en los intermediarios que actúan, digamos finamente, de forma alegal. Son particulares que sin estar dados de alta promocionan viviendas sin gestionarlas directamente y las víctimas les ingresan a ellos el total de la estancia. Por nuestra parte, estamos poniendo en marcha una iniciativa para la próxima temporada consistente en unas placas identificativas de nuestra federación. Además del distintivo ETV de las viviendas turísticas vacacionales, propondremos otro cartel en el que aparecerá nuestro logo, el número de federado y de uno a cinco soles, según las respuestas que haya dado el propietario en una declaración jurada. Así, si un turista tiene dudas sobre la legalidad de su contratación podrá ponerse en contacto con nosotros y pedir los tres últimos números de la cuenta corriente del arrendador, con el objetivo de descubrir si está realizando la transacción con un intermediario irregular. También por parte del Govern nos gustaría que se pusieran manos a la obra porque es sencillísimo detectar viviendas irregulares y posibles engaños. Además, también hay que decir que la inmensa mayoría de agencias en Alemania, Inglaterra y Mallorca son muy serias.
¿Cómo va la temporada?
—Este año es muy irregular. Según las encuestas que realizamos hay sobre un 14 por ciento de nuestros asociados que tienen una ocupación por debajo del año pasado. Esto se debe porque llevamos unas temporadas que los hoteles estaban repletos hasta que se produjo un trasvase hacia nuestra propuesta. Además comenzaron a ser más atractivas otras zonas hoteleras de Europa. Creo que estamos en una época en la que estabilizará la oferta y la demanda de las viviendas turísticas vacacionales.
¿Qué suponen las viviendas turísticas para los municipios de la Part Forana?
—Pondré el ejemplo de sa Pobla. En estos últimos cinco años ha pasado de tener 300 plazas turísticas a cerca de 2.200. Las casas turísticas vacacionales tienen mucha culpa de este ascenso y en muchos pueblos del interior y otros con costa, como es el caso de Santanyí, Sant Joan, Sineu o Muro, hemos comprobado como nuestros clientes han revitalizado el municipio, comprando en los comercios, cenando en los restaurantes y usando servicios como el taxi. También es un tipo de turista muy respetuoso con el medio ambiente y que sabe dónde va porque se interesa por el entorno que le rodea.
¿Cuáles son las principales demandas de la Federación?
—La principal reclamación que tenemos es hacia el Govern. Queremos que se defina y diga qué somos porque a la hora de las obligaciones y de pagar impuestos nos consideran hoteles, pero cuando nosotros exigimos servicios, como el de la recogida de basura, nos tratan como viviendas particulares. Calculo que de nuestros ingresos pagamos cerca de un 47 por ciento de impuestos.
Este año han celebrado la primera feria de estancias turísticas vacacionales, ¿ya tienen pensada la próxima edición?
—Sí, porque fue todo un éxito. El estreno fue en Algaida y en septiembre cerraremos un acuerdo para que se lleve a cabo en sa Pobla. Además, queremos nombrar el municipio como capital de Mallorca de turismo interior por haber multiplicado el número de plazas turísticas aún siendo un municipio de interior.