El Embala't de Sencelles ha llegado a su decimotercera edición con la participación de más de 1.000 personas en su acto central, la batalla de agua y paja.
Esta celebración dio comienzo este domingo a las 12 horas con el pregón a cargo de Joan Colom, historiador local y un gran conocedor de esta fiesta. A sus palabras, que sirvieron como inicio de la larga jornada, siguieron toda una serie de actividades que incluyeron los ya conocidos juegos con los típicos ciclomotores Mobylette y un pasacalles para animar a todos a participar.
Tras estas primeras actividades llegó la gran comida en la Plaça Nova en la que unos 600 comensales degustaron unos fideus de roter. Esta comida contó con la participación de vecinos de todas las edades y sirvió, como todos los años, como acto enfocado al pueblo y sus vecinos.
Después los más jóvenes se desplazaron a la finca Es Còs, a apenas medio kilómetro del pueblo, para preparar la paja y llevarla hasta la Plaça Nova. Este material se convertiría más tarde en el protagonista de la fiesta junto con el agua.
Llegada la tarde un verdadero mar de camisetas amarillas tomó posiciones en la plaza. En esta las fachadas de casas y establecimientos estaban cubiertas con plásticos en previsión de la batalla inminente. Una vez las balas de paja hicieron entrada, se tardó poco en reducirlas a miles de proyectiles que estuvieron volando por todo el lugar hasta ya entrada la noche.
Organización
Como cada año al frente de esta fiesta ha estado la Comissió Embala't, que organiza el evento con la colaboración del Ajuntament.
Precisamente el edil del municipio, Joan Carles Verd, destacó que este día especial siempre se desenvuelve con un gran ambiente, que anima a todos, especialmente a los jóvenes a participar y divertirse en una fiesta que une a todos los sencellers.
Su puesta en marcha, allá por 2007, respondió a la necesidad de tener una fiesta con carácter propio más allá de las tradicionales. Un grupo de jóvenes del pueblo formaron esta Comissió, que vela porque cada año el Embala't sea un éxito. Su objetivo era tratar de revitalizar las fiestas patronales y este objetivo sin duda se ha visto cumplido.