«Hace una semana y nadie ha venido a explicarnos lo que ha ocurrido o si ya podemos utilizar el agua de nuestros pozos». Con estas palabras se expresaba en la mañana de ayer uno de los vecinos más afectados por el vertido de Polyol en la vieja fábrica de colchones de es Dau en Montuiïri.
Tras el vertido, los agentes de Medi Ambient del Govern precintaron el edificio y se tomaron muestras para analizar tanto el producto como el agua de los pozos adyacentes. «Sabemos que, por precaución, no podemos utilizar el agua, pero tenemos animales y plantas para regar. El Ajuntament tampoco sabe nada y está a la espera de la información que le den desde las instituciones supramunicipales» señaló el vecino.
Este añadió que «lo único que sabemos seguro es que el líquido que se arrojó en el interior del pozo de agua de la fábrica sigue allí, nadie se ha acercado a mirar si se puede sacar de su interior».
A la preocupación mostrada por los vecinos más próximos también se añade de las parcelas más alejadas y que tienen pozos de agua para el riego de sus hortalizas. Y es que estos señalan que si vienen lluvias el agua o el líquido que ahora puede estar en el pozo de la fábrica de colchones puede extenderse con la escorrentía por el resto del acuífero.
Una semana después del vertido, los vecinos que no pueden utilizar el agua de sus pozos y empiezan a estar molestos por la situación que viven. A la vez, los vecinos, antes de realizar alguna acción sobre el vertido, están pendientes de los resultados de las analíticas del agua.