Este martes murió Jaume Obrador Ballester, Coent, para las gentes de Campos. Y al pesar por la desaparición de un buen vecino, se une la rabia por la pérdida de un hombre bueno que durante 16 años sirvió a su pueblo. En tiempos políticos de trileros y charlatanes, Obrador personificó la discreción y la constancia en favor del bien común.
Coent era la antítesis del arribista capaz de todo para mantener la silla. Su principal divisa: la asunción sin excusas de los sacrificios que exige el cargo público. Así lo vieron todos los candidatos y alcaldes de su partido, el PP.
De Andreu Prohens a Xisca Porquer, pasando por Margalida Ginard y Sebastià Sagreras. A ninguno dejó jamás tirado. Incluso cuando el cáncer había señalado ya en el calendario el triste día de ayer, aceptó volver a sumar para la candidatura de la hoy alcaldesa Porquer. Lealtad y disciplina hasta el final. Desde aquí, Jaume, mi respeto.