La Comissió d'Urbanisme del Consell dio este viernes su visto bueno al proyecto de construcción de un parque fotovoltaico de 37.091 metros cuadrados en la finca rústica de Can Bassó en Binissalem que tiene una superficie total de unos 60.000 metros cuadrados.
Situada a medio camino entre Binissalem e Inca la parcela es accesible desde el Camí de Mitjans. En ella hay actualmente unos 400 almendros. La construcción del parque fotovoltaico implica según el proyecto, la retirada de la vegetación existente.
El Consell informa favorablemente a la propuesta, que la Direcció general d'Energia i Canvi Climàtic del Govern sacó a exposición pública en abril, pero pone dos prescripciones. De una parte, la propiedad deberá cerrar la finca con una pantalla vegetal que sirva de barrera visual teniendo en cuenta que es una superficie llana. De otra, el proyecto requerirá un informe favorable de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para evitar interferencias con en el tráfico aéreo.
13.860 paneles
En el parque fotovoltaico se instalarán 13.860 paneles solares. Tendrá capacidad para generar 1.158 MW y la idea es que la nueva instalación tenga una vida útil de entre 25 y 30 años. Finalizado ese plazo debería poder recuperar su actividad agraria tradicional.