Se acaban los exámenes, por delante casi tres meses de vacaciones. Atrás queda un curso cargado de trabajos y estudio, al menos para algunos. Ahora llega la fiesta. Es el momento de la diversión. Con este propósito, miles de estudiantes de secundaria y bachillerato se reúnen este viernes en los locales del Port d'Alcúdia.
Se esperan más de cuatro mil jóvenes en una noche de fiesta y alcohol. Alcúdia, con el apoyo de otros ocho municipios, se prepara para hacer frente al desfase. Las fuerzas de seguridad, juntos a seis policías tutores de institutos de Alcúdia, Muro, Sa Pobla, Pollença, Santa Margalida e Inca y varios efectivos de Protección Civil y ambulancias velarán por la seguridad de los asistentes.
Un año más, las instituciones y las asociaciones de padres trabajan para poner freno al consumo de alcohol entre menores durante el macrobotellón. Ocho municipios del norte de Mallorca suman esfuerzos para poner coto a los desmadres que se producen durante esta fiesta, a la que muchos de los jóvenes llegan con autocares alquilados.
De este modo, y tras el exponencial consumo entre menores, vetan y sancionan a los comerciantes que les venden bebidas alcohólicas. Para mejorar la prevención, los policías tutores y también las asociaciones de madres y padres de alumnos organizan desde hace semanas charlas informativas para las familias, pero también para los propios alumnos a los que advierten de los riesgos y aconsejan cómo actuar si en el peor de los casos alguien sufre una intoxicación.