El tren contará con un nuevo apeadero en Inca que permitirá conectar el servicio con el hospital comarcal, la zona deportiva del Sallista y la parada de autobuses que funciona desde hace unos meses en la plaza Germans Sanxo.
La iniciativa ya cuenta con el proyecto básico y tras su licitación se prevé que funcione después del verano. La inversión que se realizará oscilará entre 1,5 y 1,7 millones de euros y el Ajuntament adquirirá unos pequeños terrenos particulares que se añadirán a los que ya son de su propiedad para que la Conselleria de Mobilitat construya esta infraestructura.
El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, considera vital este apeadero porque «confirma nuestra apuesta por la movilidad interna». Moreno recuerda que «cuando esté acabado el eje cívico peatonal desde la plaza Germans Sanxo hasta el hospital, los ciudadanos podrán utilizar llegar al nuevo apeadero y en cinco minutos estar en el centro médico» y subraya el hecho de que «también ayudará a descargar el tránsito interno porque se podrá ir desde Crist Rei hasta el campo del Constància usando el tren y sin cruzar calles o carreteras».
La parada también dará servicio al futuro tercer polígono industrial, ahora en fase del plan de urbanización. Con la apertura en Inca del centro de distribución de la planta de hidrógeno de Lloseta será el primer polígono de España en contar con este tipo de suministro.
Dos andenes
Según consta en el proyecto básico, la nueva parada de tren contará con dos andenes de 70 metros de longitud y 3 de anchura. Para acceder a ellos se construirán dos rampas a cada lado con tres tramos de 25 metros cada uno que ascenderán un total de 6 metros, en una pendiente de ocho grados.