Quien espere encontrar en Costitx una feria típica el primero de mayo es que no conoce Costitx en Flor. Basta ver las caras de asombro de los primerizos que entran en sus calles para sentenciar que Costitx en flor no es solo una feria, sino la voz de todo un pueblo.
Cada 1 de mayo los vecinos de Costitx realizan una particular puesta en escena que hace viajar al visitante a un país de las maravillas en el que el planeta puede ser literalmente un jardín y los ‘bulanicos' parecen haber tomado la poción mágica de Alicia para convertirse en gigantes de cuento.
Esta feria única podría morir de éxito. Los atascos kilómetricos para acceder al pueblo (a media mañana las retenciones llegaban hasta Inca) desesperaron ayer a miles de conductores, pero la oferta una vez en el destino es tan única y desbordante que las caras de enfado se desvanecían a medida que los visitantes se adentraban en sus calles.
Sorprende saber que los vecinos decoran el pueblo de forma altruista, no se trata de un concurso como los que se dan en las fiestas patronales de otros municipios.
Superada la sorpresa inicial de la puesta en escena, el visitante pudo pasear por las calles y adquirir plantas y flores para transformar sus propias viviendas y jardines en el arranque de la primavera. También había puestos de venta de productos artesanos y de asociaciones.
Hay que decir que, al margen de su éxito entre el público general, Costitx en Flor es un evento al que también acuden muchos profesionales del sector. Los viveros cierran contratos para la temporada e incluso hay empresas y comercios llegados de otros puntos de España.