El Ajuntament ha trasladado el memorial del olvido, instalado en 2017 a la entrada del cementerio municipal de Búger en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo, a la fachada de la capilla del campo santo después de que Rafael Reus Ríos (el último alcalde del franquismo en Búger) denunciara ante Patrimoni del Consell la construcción de la «desagradable pared» junto a su «interesante» tumba familiar.
El alcalde Rafel Capó defiende la imparcialidad de su actuación que le ha costado aproximadamente 1.000 euros a las arcas municipales. «Yo no he mirado si quien hacía la petición era rojo, azul o negro. Sé que ahora el memorial está en un sitio inmejorable y no emprenya a nadie», dice.
Memòria de Mallorca lamenta que el Ajuntament no les haya tenido en cuenta y haya «cedido» a la petición de Rafel Reus Ríos. «Si bien es cierto que en la nueva ubicación el memorial no es invisible, lamentamos que no se nos haya hecho caso y se haya hecho un traslado que era innecesario porque el memorial allí donde estaba no entorpecía ni ofendía ni molestaba, sino que dignificaba al pueblo de Búger», dice su presidenta Maria Antònia Oliver.
Cabe recordar que tras la denuncia de Reus, Patrimoni no entró en el fondo de la disputa y se limitó a dar traslado al Ajuntament. El alcalde elevó la cuestión al pleno que aprobó con los votos del PP y de su teniente de alcalde (PSOE) iniciar los trámites para el traslado. El socialista Rafel Capó se abstuvo en la votación. Més se opuso.