El Ajuntament de Llucmajor y Abanca --entidad propietaria del inmueble-- han llegado a un acuerdo con el fin de aplazar siete meses el desahucio de una familia en el municipio, que estaba previsto para el 9 de mayo.
Según ha informado el Consistorio en un comunicado, el objetivo del nuevo plazo de ejecución es «encontrar soluciones para este caso». Cabe recordar que el alcalde de Llucmajor, Gori Estarellas, explicó que, por el momento, «se les han ofrecido mil soluciones, pero han dicho que no a todo».
Asimismo, desde el Ajuntament explicaron que la familia llegó de Alicante hace unos meses a Llucmajor, «pegó un golpe a una puerta y ocupó una vivienda que es de propiedad privada», de Abanca.
Sin embargo, ante la orden judicial de desahucio, desde el Ajuntament de Llucmajor y sus Servicios Sociales, «se consiguió parar el desahucio y tener un plazo de tres meses para encontrar una solución», que culminaba este mes de mayo pero se ha prolongado.
Asimismo, explicaron que, durante los tres meses, la familia recibió la visita de un trabajador social cada semana «por si necesitaban nada» y, además, «evitaron que la empresa de agua les cortara el agua».