En pleno retroceso de la población de aves en Europa, especialmente las de alta montaña, los ornitólogos ponen la vista en Mallorca donde se vive una temporada récord de avistamientos de aves raras.
Dos cisnes salvajes han sido localizados en la Albufera (Muro) y Es Salobrar (Campos) y el pasado mes de noviembre el Centre Ornitologic de la Gola informó también del avistamiento de una rareza en el área protegida: el Tarsiger cyanurus, conocido popularmente como Coablava o Ruiseñor coliazul, un pájaro que se distribuye por Rusia y el sudeste asiático.
Son solo dos ejemplos de un fenómeno que genera debate en los foros especializados y que ha provocado que ornitólogos del Continente se desplacen este otoño-invierno a la Isla para disfrutar del fenómeno.
¿Cómo se explica esta explosión de especies en plena crisis global? En contra de lo que se pueda pensar, Mallorca no escapa al declive poblacional.
«Cada año hay más curiosidades y menos pájaros en general, quitando explosiones como la que se ha observado con la abubillas», explica Josep Manchado, director insular de Medi Ambient, miembro de GORA y coautor, junto al director de la Albufera, Maties Rebasa; Sebatià Torrens y Mari Carmen Oriola de la guía Aves de Mallorca.
«Quizás se observan más rarezas porque hay una tendencia a buscar lo raro, pero en cambio las aves comunes, las que hasta hace poco eran muy abundantes están dejando de ser comunes, salvo alguna excepción», dice Rebassa. El director de la Albufera recuerda que hay muchos estudios a nivel mundial que indican que las aves están en clara recesión, especialmente aquellas ligadas a medios agrícolas. «La agricultura ha cambiado mucho con la PAC, el uso de pesticidas, las transformaciones agrícolas y las aves ligadas a ella están bajando de forma alarmante, en algunos casos hasta un 80 %».
«También están bajando considerablemente las de alta montaña, posiblemente por el cambio climático, porque no les quedan refugios de climatología fría y también están desapareciendo», añade Rebassa.
El cambio climático podría ayudar a explicar el fenómeno que se da en Baleares, especialmente para las aves migratorias. «Ciertas especies siberianas han desplazado parte de su población hacia occidente y han cogido una nueva ruta de migración de manera que en vez de ir hacia Asia, India o Vietnam parte de la población viene aquí», dice Josep Manchado.
Entre las rarezas vistas en Baleares destacan el mosquitero bilistado, el aguilucho papialbo o el correlimos de Baird, un pájaro que vive en Alaska y acostumbra a pasar el invierno en la Patagonia, pero que hace un par de años visitó el aeropuerto de Son Sant Joan. «Los avistamientos raros de aves americanas que llegan a Europa suelen coincidir con la presencia de tornados en el Atlàntico», dicen los expertos.