La celda prioral de la Cartoixa de Valldemossa ha cerrado al público de forma indefinida, después de que la propiedad haya tomado la decisión de clausurar la mencionada estancia debido a que mantenerla abierta es, hoy por hoy, «económicamente inviable», señalan fuentes de la sociedad propietaria.
La celda prioral es, como el resto de las de la Cartoixa, de propiedad privada y en ella habitaba el padre prior del monasterio. En esta celda se encuentra el oratorio privado, la biblioteca, la sala de audiencias, el dormitorio, el comedor, el Ave María y el acceso al jardín.
Representantes de la propiedad aseguraron este lunes a Ultima Hora que se trata de «una decisión puramente empresarial» y obedece a que cada vez se hace más complicado hacer frente a unos «altos costes de mantenimiento», a cuya cobertura no contribuye en absoluto la bajada de turistas que en los últimos años ha experimentado la Cartoixa en particular y Valldemossa en general. «Las estancias cada vez son más cortas y los turistas se ven obligados a restringir el número de excursiones». Desde la propiedad de la celda prioral de la Cartoixa añaden también que el cobro del impuesto turístico durante los meses de invierno no ayuda a la atracción de visitantes, e indican también que el bajón que han experimentado los programas de Imserso perjudica a museos y atracciones turística que, como la celda prioral, tenían abierto todo el año.
Por otra parte, los propietarios de la celda prioral también achacan las dificultades que atraviesan a la burocracia y falta de colaboración por parte de las instituciones. «La dirección insular de Patrimoni tampoco nos pone las cosas fáciles», advierte el representante de la sociedad propietaria en declaraciones a este diario.
En la sala de audiencias de la celda prioral se conservan, entre otros documentos de gran valor, un incunable de Ramon Llull.