El primer empleado de la fábrica de Lloseta que ha sido desafectado por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la multinacional Cemex inició el lunes de la semana pasada es el director de la planta, Tomás Sánchez. Por su significado –que un cargo directivo haya sido el primero en salvar su puesto de trabajo–, la decisión ha causado un profundo malestar entre los trabajadores y entre los encargados de negociar el ERE.
Sánchez conservará su puesto porqué ha sido nombrado director de la fábrica de cemento de Alcanar, según comunicó Cemex a la mesa de negociación. Precisamente el cemento que se suministra en Mallorca desde que cesó la producción en Lloseta procede de esta planta catalana.
El ERE afecta a 188 empleados de Cemex de todo el Estado, de los cuales 86 son trabajadores de Lloseta. Lloseta tiene 98 trabajadores, pero 12 quedaron desde el principio al margen de los despidos al anunciarse un centro de distribución de cemento.
La negociación debe acabar el 14 de febrero. De momento, la empresa no ha hecho propuestas para reducir los despidos ni acerca de sus términos y condiciones.
A su vez, los trabajadores siguen movilizados y hacen concentraciones periódicamente para expresar su apoyo a los representantes sindicales que acuden a la mesa de negociación.