Centenares de personas desafiaron el lunes el frío para rendir homenaje a uno de los santos más venerados de Mallorca. La plaza Ramon Llull de Manacor se llenó de personas de todas las edades que no quisieron perderse el primer ball de los dimonis que da el pistoletazo de salida a las fiestas más concurridas de la ciudad, las de Sant Antoni.
Un año más, el Patronat de Sant Antoni organizó una torrada popular, este año con vasos de plástico retornables. Y es que la fiesta no puede estar al margen de la protección medio ambiental, por lo que este año recordaban a todos pensau a dur el tassó que el vino y la sobrasada ya lo ponían ellos.
Mientras la gente cenaba, Toni Bassa, Toni Bauçà y Toni Juan se preparaban en la Escola de Música para enfundarse las vestimentas de dimoni. Junto a ellos, Toni Bauçà Pastureta que encarna la figura de Sant Antoni. Manacor estrena ese año dimoni gros, encarnado por Toni Bassa.
A las diez en punto de la noche llegó el momento más esperado, cuando el dimoni gros y los dos dimonions salieron de Escola de Música para dirigirse a la plaza acompañados por sus músicos. En la plaza los cánticos se dejaban oír con más fuerza junto a las palmas y las tradicionales canciones. Era el inicio de las fiestas de Sant Antoni que Manacor vive con gran devoción y que recuerda el origen payés de la ciudad.