Los Quintos de los municipios del Pla de Mallorca han vuelto a la carga con las inocentadas con las que acostumbran a "decorar" sus respectivos pueblos la víspera de la festividad de los Santos Inocentes, que se celebra hoy.
Algunos pueblos del Pla han amanecido este viernes con paja esparcida por las calles, sillas y barreras en medio de la plaza y, en algún caso, hasta con un muro hormigonado ante el portal de la casa consistorial. Era la madrugada del 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, y el Pla mantiene viva la tradición de hacer inocentadas (y alguna gamberrada).
En Sineu, las inocentadas de los quintos han sido críticas con la actualidad: han dejado sillas frente al portal mayor de la iglesia (hasta hace un año en obras) y un cartel que decía que "la iglesia, sin andamios, es como un sineuer sin la 'é'"; en la plaza han dejado un contenedor de basura justo donde hasta el pasado martes había un árbol de Navidad hecho con bolsas de basura con otro cartel: "esto sí es basura".
Los chavales también han hecho broma del enfrentamiento existente entre la Policía Local y el equipo de gobierno: "A Sineu els policies, tenen contats els dies, però a Sineu Today, han perdut les manies", decía la glosa que han colgado frente al portal de las oficina policiales.
En Lloret, los quintos han esparcido paja por varios puntos, han cerrado algunas calles con vallas móviles y han construido un muro con ladrillos frente al portal del Ajuntament, entre otras inocentadas. También han "habilitado" un aparcamiento frente al hogar del líder del PP, partido que recientemente denunció que el Ajuntament de Lloret quería instalar un aparcamiento en un solar rústico, o han colgado un cartel frente al supermercado local que decía: "carne de burro a 50 euros el kilo". La Iglesia ha sido asimismo objeto de burla: han colgado fotos con imágenes pornográficas en el portal del templo. Hacia las 9,30 horas todo estaba limpio.
En otros municipios como Petra, Montuïri o Sant Joan en los que sigue viva la tradición de las inocentadas de los quintos, poco a poco se pierde la costumbre de realizar alguna crítica o buscar la parodia en sus acciones, para ir hacia el simple gamberrismo. Ensuciar las calles, o batallas de huevos y naranjas y algún que otro cohete fueron los actos de los quintos y quintas de Montuïri.
En Petra y Sant Joan, los lugares habituales para escenificar las travesuras de la noche volvieron a quedar llenos de distintos elementos del mobiliario urbano o cañas, paja, tierra o basura en general.