El centro histórico de Manacor quedará cerrado al tráfico de vehículos después de la importante reforma circulatoria impulsada por el Ajuntament para dar prioridad a los peatones y hacer de Manacor una ciudad más amable y sostenible.
La alcaldesa, Catalina Riera; la regidora de Urbanisme, Isabel Febrer; y el regidor de Policia, Miquel Perelló, han presentado la nueva zona ACIRE que limitará el acceso rodado en las calles: Convent, Retir, Sant Domingo, Sant Vicenç y en las plaça Convent y plaça Creus i Font i Roig.
Aquí solo podran acceder los vecinos así como vehículos de carga y descarga o movilidad reducida. Por otra parte se cambian el sentido de las calles Muntaner y Ses Moreres.
La alcaldesa destacó que «el objetivo es que se deje el coche y la gente vaya a pie. De una punta a otra de Manacor la distancia máxima es de 25 minutos».
El Ajuntament ha invertido en el proyecto cerca de un millón de euros.