Sa Pobla aparca el proyecto de construcción de la nueva planta potabilizadora de agua mediante la que se conseguía un ahorro importante del coste del servicio y se aumentaba la protección del parque natural de s'Albufera, que es el medio receptor de todas las aguas del municipio.
La renuncia del proyecto viene después de que el Govern balear no haya incluido la obra en la línea de subvenciones habilitada a través del Impuesto Turístico Sostenible (ITS), también conocido como ‘ecotasa'. Ante esta situación, y la imposibilidad por parte del Ajuntament de hacer frente al coste de 1,9 millones de euros que se ha presupuestado para la construcción de la nueva potabilizadora, el equipo de gobierno ha decidido parar su tramitación.
Fuentes municipales indicaron que «si esta inversión no viene financiada por parte del Govern no se puede ejecutar porque el Ajuntament no tiene capacidad de endeudarse». Aún así, las mimas fuentes apuntan a que «la nueva planta potabilizadora es muy necesaria porque ayudaría a reducir los nitratos que hoy en día llegan hasta el parque natural de s'Albufera».
Pero además de reducir los vertidos al humedal de s'Albufera, la nueva instalación que se había proyectado, mediante la que se quería sustituir la actual planta de osmosis por una biológica, también preveía una reducción del 40% del coste del servicio de agua.
Actualmente, el tratamiento de agua en el municipio de sa Pobla se lleva a cabo mediante una planta que usa la tecnología de osmosis inversa y que se inauguró en el año 2007. Esta instalación, si bien garantiza la potabilización del agua, tiene un gran coste económico y medio ambiental por el uso elevado de energía y de productos químicos que necesita para su buen funcionamiento.
Con la nueva planta, de la que solo se tiene un anteproyecto que costó 4.000 euros a las arcas municipales, se quería implantar un sistema basado en la desnitrificación biológica, una tecnología novedosa y respetuosa con el medio ambiente para la eliminación de contaminantes en el agua como los nitratos. La nueva instalación, además, permitía impulsar energías renovables y limpiar el acuífero de nitratos procedentes de los abonos del campo.
Ante la falta de financiación del proyecto por parte del Govern balear, el equipo de gobierno formado por IxSP–PI, Més y PSOE, se ve obligado a no modernizar la planta potabilizadora.
Aún así, fuentes municipales apuntan a que la actual planta cumple sus funciones y aseguran que la calidad del agua que se inyecta a la red es óptima. El problema, según las mismas fuentes, es que «el tratamiento del agua lleva implícito que una parte del líquido llegue hasta la depuradora y después al torrente que desemboca en el parque natural de s'Albufera».