Este viernes 9 de noviembre no es un día más en Sant Llorenç des Cardassar. Pocos lo han sido desde que hace justamente un mes una ola gigante lo arrasara todo a su paso y se cobrara la vida de trece personas, tanto en la localidad como en otras vecinas como Artà.
A un mes vista de la tragedia, los ‘llorencins' siguen tratanto de tirar adelante y dar algo de normalidad a sus vidas, una paulatina normalidad que no oculta todo lo vivido estas últimas semanas. La nota más positiva entre la desgracia colectiva ha sido la respuesta solidaria de todo un pueblo, el mallorquín, que se ha desvivido por tratar de echar una mano. Poner un granito de arena en la reconstrucción y hacer lo que les gustaría que otros hicieran por ellos, llegado el caso.
Desde los primeros días las víctimas de la riada han agradecido todas esas muestras de afecto y los brazos dispuestos a ayudarlos. Este viernes, cuando han pasado 31 días de las terribles inundaciones que llenaron los ojos de lágrimas y pusieron un nudo en la garganta de toda Mallorca, el Ayuntamiento de Sant Llorenç ha expresado su agradecimiento en forma de un mensaje formado por flores.
En este sentido el propio alcalde, Mateu Puigròs, ha admitido en una entrevista a la Cadena Ser que «no hay palabras» para agradecer tanta ayuda de los voluntarios, algo muy importante para las familias afectadas y aquellos que lo han perdido todo, aunque «todavía queda mucho» por borrar los signos externos y, especialmente, los internos del peor día de la historia reciente de Sant Llorenç.
En ese mismo sentido se ha pronunciado tanto Puigròs como distintos regidores del municipio en un acto público celebrado en recuerdo de las víctimas de la tragedia que asoló la comarca.