Unas 90 viviendas del municipio de Pollença y entre 100 y 200 explotaciones agrarias sufrieron daños de distinta intensidad durante el desbordamiento del torrente de Sant Jordi en la mañana del viernes.
Este es el balance provisional de daños que manejan el Ajuntament y la Cooperativa Payesa a la espera de que se complete el censo oficial. La Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales confirmó también que puede haber entre 15 o 20 casas vacacionales afectadas.
El conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca, Vicenç Vidal, se reunió este lunes a primera hora con el alcalde Miquel Àngel March y varios técnicos del departamento para confirmar la apertura de una línea de ayudas acotada para las explotaciones agrarias que será de entre un 40 y un 80 por ciento.
Una vez que ha descartado extender las ayudas de la zona catastrófica de Sant Llorenç a Pollença la Conselleria de Hisenda i Administraciones Públiques «está valorando las posibles ayudas por daños causados en viviendas afectadas por inundaciones en la zona de Pollença», informan fuentes de la Conselleria.
El alcalde Miquel Àngel March aseguró este lunes que «confiamos en que, al margen de la línea de ayudas de Agricultura, lleguen también ayudas de Interior».
March dijo que entre este lunes y este martes esperaban tener el informe de evaluación en el que trabaja Emergencias desde el sábado para saber si finalmente hay ayudas para las viviendas afectadas y de qué índole.
Por su parte el presidente de la Cooperativa Payesa, Martí Solivelles, dijo este lunes que confían en tener completado el censo de daños en explotaciones agrarias a finales de semana. «Hay que mirarlo bien hay paredes y rejillas tumbadas y se han perdido ovejas».
Entre otros problemas lo que preocupa a los afectados es haber perdido los pastos que sirven para alimentar a los animales en invierno.