El paisaje agrario, etnológico y ambiental que discurre a lo largo de los nueve kilómetros que recorrerá la nueva autopista entre Llucmajor y Campos será historia de aquí a unos meses si el Consell no da marcha atrás en la ejecución de esta vía. Para concienciar sobre los efectos de la futura infraestructura la Plataforma Antiautopista (integrada por personas y entidades contrarias a la autopista de Llevant) ha documentado con imágenes aéreas todo el trazado y el entorno de la futura autopista de Llucmajor-Campos.
Los conservacionistas lanzan una última llamada al Consell para «paralizar el desastre, presentar una solución menos impactante, más económica y que respete los acuerdos del cambio».
El trabajo, que ha presentado este sábado el colectivo, se ha realizado utilizando un dron equipado con óptica de gran calidad que en diversas jornadas ha capturado más de 350 imágenes y vídeos de la zona que «será arrasada por las máquinas si no hay una decisión política inmediata que rectifique la decisión de construir esta nueva autopista».
El objetivo de la plataforma es el de inventariar «un paisaje rico y diverso conformado por zonas agrarias activas, acampos de almendros, zonas d cereales, pastos, prados, coerturas y hábitats naturales como pinares y garrigas y un rico mosaico mediterráneo de alto valor ecológico y paisajístico», además de toda una serie de elementos tradicionales «que serán arrasados, afectados o quedarán enmedio de un entorno relleno de asfalto». Se refieren así a las barracas, cuevas, balsas, la sima de Son Muletó, las albercas o la antigua vía del tren, entre otras.
«Tras la reforma prevista la carretera, que ahora tiene entre 8 y 10 metros de amplitud pasará a tener 42 y hasta 100 en la zona de Son Sala (Campos) donde se ha proyectado una superrotonda que ocupará diversas hectáreas precisamente en una de las oznas de más valor agroecológico de todo este entorno», advierte la plataforma.