El próximo jueves arrancan en el Port de Sóller las esperadas obras de construcción del edificio de pescadores y urbanización de los espacios anexos. Esta realización, que satisface una vieja demanda de los pescadores del Port, tendrá de entrada un efecto adverso ya que supone la desaparición temporal de unas 80 plazas de aparcamiento.
A esto se añade que el aparcamiento regulado por O.R.A. que el Ajuntament habilitó este verano ante la gran afluencia de vehículos también quedó cerrado ayer por la finalización del contrato. Este parking tenía capacidad para 80 plazas más por lo que el Port tendrá –al menos durante los próximos ocho meses– 160 plazas menos de aparcamiento.
En el núcleo preocupa mucho esta situación ya que especialmente los fines de semana ya no había parking suficiente incluso con estas dos zonas abiertas. En el muelle estacionaban además los remolques de barcas de recreo.
En principio el Ajuntament no ha previsto ninguna alternativa. Aunque la zona desalojada ya desde este lunes por Ports IB no es de competencia municipal el problema lo tendrán los vecinos. En otoño la afluencia es aún muy elevada y se ha incrementado mucho los sábados y domingos desde la supresión del peaje del túnel.