El vino como símbolo de vida, de la unión de todo un pueblo, fue este domingo el gran protagonista de la tradicional Festa del Vermar en Binissalem. A él se refirió en su sermón el Obispo de Mallorca Sebastià Taltavull y también lo hicieron el alcalde Victor Martí y la presidenta del Govern Francina Armengol. El acto institucional, que pone el broche a varias semanas de celebraciones en Binissalem, estuvo menos concurrido que de costumbre.
Maria Coll, conductora de la fiesta, difundió los últimos datos de la campaña en la DO Binissalem que desde el inicio de la vendimia el pasado 16 de agosto ha recogido ya 1.165.000 kilos de uva. La campaña, de mayor producción que la del 2017 finalizará esta semana y espera alcanzar la cifra de 1.500.000 kilos.
Las cifras son un ejemplo de superación en un año especialmente complicado por la combinación de las altas temperaturas con las lluvias, que ha llevado a los profesionales del sector a extremar las precauciones recurriendo a los productos fitosanitarios para evitar el temido mildiu.
Hablamos, cómo no, de los profesionales de la DO Binissalem que tiene hoy 13 cellers inscritos, cinco de ellos ubicados en Binissalem. A ellos dedicó la presidenta Armengol buena parte de su discurso alabando la profesionalización de un sector que ha sabido reconvertirse con el paso del tiempo exportando los vinos locales no ya fuera de Binissalem sino también al extranjero. La presidenta aprovechó su intervención para anunciar la puesta en marcha este año de un ciclo formativo de viticultura y contentó a la ‘combativa' comunidad educativa local, recordando el inicio de las obras de ampliación del instituto.
Por su parte, el alcalde Victor Martí, pronunció un discurso de unidad y agradecimiento.
Muy comentado fue el ruego que el obispo Taltavull hizo durante la misa en la iglesia pidiendo apoyo para el papa Francisco, perseguido, dijo por aquellos que están en contra de la renovación de la iglesia.
Por lo demás el Vermar discurrió como cada año, fiel a la tradición, con las vermadores y vermadors (Maria Bestard, Teresa Garcia, Estela Artiach, Miquel Alejandro Valle y Ramón Mateu) como grandes protagonistas que vivieron su momento cumbre con la ofrenda del mosto a Nostra Senyora de Robines.