Los cuatro regidores del PP y el concejal del PSOE Pere Torrens votaron este jueves a favor de una propuesta del alcalde (el socialista Rafel Capó) relativa a la reubicación del memorial del olvido emplazado en el cementerio. Aunque se trataba de una propuesta de un vecino (Rafel Ríos, que fue alcalde de Búger al final del período franquista) que el alcalde elevó a pleno, Capó se abstuvo. Solo los tres regidores de Més, en la oposición, votaron en contra.
El debate entre los regidores, así como el resto del pleno, estuvo marcado por las discusiones y las posturas enfrentadas entre Més, de un lado, y con matices algo distintos el PP, en la oposición, y el PSOE, en el gobierno. Socialistas y conservadores defendían que el anterior alcalde decidió la actual ubicación sin consultarlo, que este emplazamiento es «desacertado» y propusieron cambiarla, tal y como pide Ríos, para reinstalarlo en un sitio «más acertado» y «más visible», aunque no dijeron cuál. La regidora de Més y ex alcaldesa Liniu Siquier señalaba, por contra, que el cambio de ubicación «podría ser interpretado como una afrenta a las víctimas.
Capó dio también cuenta de que se ha visualizado el vídeo de la agresión a la placa y que no se ha identificado al autor pero que se ha denunciado ante la Benemérita.
El PSOE y el PP formaron otras mayorías durante el pleno: una para permitir de nuevo el tráfico de vehículos en la plaza, otra para quitar parte de los pilones que hay en las calles y aun otra para aprobar una modificación de crédito.