Sencelles ha vivido su fiesta más multitudinaria.
Cientos de personas han participado un año más, y con este ya van once, en la popular y divertida fiesta del Emaba't que nació con la idea de revitalizar las fiestas patronales de la Mare de Déu d'Agost, y que pronto se convirtió en uno de los actos más esperados. Ahora se trata de una de las fiestas más importantes que llenan el calendario de actos festivos del pueblo.
A las doce del mediodía se dio el pistoletazo de salida a la celebración con el pregón, el baile de los garbajadors y los juegos en mobylette que se celebran al más puro estilo de Sant Joan en Ciutadella. Después de ir a preparar las balas de paja que posteriormente sirvieron de munición, los asistentes se concentraron en la plaza Nova donde degustaron los tradicionales fideus de roter. Aunque la organización vendió poco más de 1.000 camisetas, a la fiesta asistió más gente.
Pero el protocolo marca esta fiesta que está organizada por la Comissió Embala't y que cuenta con la colaboración del Ajuntament, por lo que a media tarde un gran número de personas se dirigió hasta el Pou Major a pie en busca de las grandes balas que trasladaron hasta la plaza Nova donde dio inicio el momento más esperado.
En cuestión de minutos, las balas quedaron reducidas a nada y la paja empezó a volar sobre los participantes que aderezaron la batalla con agua para paliar las altas temperaturas. Sin duda, es el momento más divertido de la jornada.
Igual que ha ocurrido en muchos otros municipios, la fiesta del Embala't forma parte de las nuevas celebraciones que han surgido durante los últimos años y que se han convertido en los actos más concurridos de las fiestas de cada pueblo. Aún así, desde la comisión de la fiesta de Sencelles, quieren mantener vivo el carácter de la fiesta y evitar que pierda su esencia. Por esta razón no aumentan la venta de camisetas.
Otra de estas nuevas celebraciones es la fiesta del Much que llenará el lunes el pueblo de Sineu de rosa. Por primer año no cae en 14 de agosto para así evitar perjudicar la verbena de la noche.