El tiburón, concretamente una tintorera, que falleció este jueves en Calas de Mallorca presentaba «daños irreversibles» que le provocaron la muerte, según ha asegurado el Palma Aquarium en un comunicado.
La necropsia que se le ha practicado al animal determina que presentaba «anorexia prolongada, indicando que llevaba varios días sin ingerir alimento. Además, tenía clavado un aguijón en el hocico, que podría ser de una raya violácea. Esto podría haberle causado la desorientación y anorexia, haciendo que llegara a la orilla en un estado de estrés y shock muy elevado».
Dada la gravedad de la situación, y el estado del tiburón, el equipo veterinario de Palma Aquarium decidió remolcarlo hasta la orilla y administrarle un sedante eutanásico, a fin de evitarle que siguiera sufriendo en un estado en el que no iba a poder sobrevivir.