El Ayuntamiento de Marratxí ha actualizado la ordenanza reguladora que determina las tasas a pagar para contraer matrimonio civil en el municipio, de modo que las parejas no deberán pagar nada si se casan en el salón de plenos o despacho del Consistorio y al menos uno de los dos está empadronado.
Según ha detallado en un comunicado este miércoles el Ayuntamiento, esta actualización de los importes se debe a la necesidad de adaptarlos a los costes que generan las celebraciones en el Consistorio.
Una de las novedades es que se introduce una tasa por cuando se solicita que uno de los regidores se desplace fuera de los edificios del Ayuntamiento. Casarse en dependencias no municipales tendrá un coste de 110 euros para no empadronados y de 55 euros para los que sí lo son.
Por otra parte, contraer matrimonio en Es Molí costará 210 euros para no empadronados y de 105 euros para empadronados.
La media anual de casamientos a la casa consistorial es de 45, frente a los 15 de Es Molí o las 17 que se realizan en domicilio. De este cómputo global de 107 casamientos anuales, el 57 por ciento no tienen la bonificación por empadronados.
Con la nueva ordenanza se prevé que el número de bonificaciones suba hasta el 80 por ciento, puesto que se elimina la obligatoriedad de que los dos contrayentes estén empadronados.
Las previsiones de ingresos por el cobro de esta tasa es de 5.725 euros mientras que los gastos son de 9.700,28 euros, según el informe técnico del Ayuntamiento CRITICAS DEL PP
El PP de Marratxí ha criticado en el pleno que el equipo de gobierno haya aprobado el pago de tasas de las bodas por lo civil en casas particulares y han reprochado al Ayuntamiento «su afán recaudatorio hasta con los matrimonios».
El portavoz del Grupo Municipal Popular, Xisco Ferrà, ha asegurado que «no es normal que si una pareja quiera casarse en su domicilio tenga que pagar, era gratuito».
Además, el 'popular' ha explicado que «en casa, la limpieza o los gastos de la luz, corren de propia cuenta y en cambio en el salón de plenos esos gastos los paga el Ayuntamiento». «Siempre se había entendido que una tasa era para cubrir los gastos reales y no para sacar beneficio», ha concluido Ferrà.