El Ajuntament de Búger requerirá al propietario de dos fincas situadas en el Camí des Pous que retire las toneladas de residuos y chatarra que ha acumulado en su propiedad. El Consistorio reacciona así, alertado por los senderistas que frecuentemente circulan por la zona, ante la sospecha de que existe un riesgo ambiental de contaminación.
Así lo explica el teniente de alcalde de Búger, Pere Torrens, que advierte que «si la propiedad no responde al requerimiento, se le abrirá un expediente sancionador».
Torrens explica que hace ya más de un año se le notificó la situación al Seprona, pero no han recibido contestación. El mayor temor del Ajuntament es que la creciente acumulación de residuos provoque un «problema de salud o medioambiental». El Ajuntament tiene las competencias en materia de residuos domésticos, pero la gestión de residuos peligrosos excede sus funciones.
En función de como evolucione el caso, Torrens explica que podría ser necesaria la intervención de la Conselleria de Medi Ambient. Las fincas, situadas en las afueras de Búger, tienen la calificación de suelo rústico común. Están cerradas con rejilla, pero el volumen de restos es tan grande que la problemática es fácilmente visible desde el exterior.
Torrens de advierte que tienen conocimiento de que en la finca se acumulan algunos «residuos peligrosos», como lavadoras y neveras. «Es un vertedero que no puede ir a más y actuaremos en base a un informe de la Policía Local, en respuesta a las quejas de excursionistas», dice.